En lo alto
de la colina de al-Sabika, la magia andalusí está presente en cada uno de los
caminos, túneles y jardines del recinto amurallado, y sobre todo en las
estancias de sus edificios, donde para mí lo más destacable es la sabiduría de
los arquitectos al orientar cada puerta, cada ventana, de manera que el juego
de luces y sombras crea una atmósfera fascinante que hasta hoy en día nos
transporta a aquellos tiempos. Aquí, el Palacio del Generalife. Con gran pesar,
no tenía tiempo de ver más. Es un lugar para ser visitado durante días, cosa
que no me ha sido posible… Fotos: Alex Guerra Terra 2012. Al volver al hotel, melancólica y con ganas de regresar al lugar, escuché una música que me lo recuerda: Recuerdos de la Alhambra, del gran Francisco Tárrega: Recuerdos de la Alhambra
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