13 de abril de 2014

Arqueología imposible: señales tangibles de un pasado desconocido

Viracocha
Elementos en común en civilizaciones antiguas: Folklore, mitos y leyendas. Documentos escritos. Cultura material. Estructuras megalíticas. Parece haber una simbiosis en algunas culturas antiguas, aún no existiendo una cercanía geográfica, temporal, ni cultural, que nos habla de dioses bajados de las estrellas, o que venían volando del mar, o incluso de estrellas concretas no visibles al ojo humano desnudo, y que construía grandes estructuras megalíticas, las cuales hoy no somos capaces de imaginar cómo lo hicieron. Hablan de dioses que llegaron para ilustrar al hombre en conocimientos concretos: astronomía, matemáticas, agricultura, arquitectura… Folklore, mitología, leyendas de culturas distantes, así como textos escritos, elementos de la cultura material o incluso grandes construcciones megalíticas, comparten ideas muy similares en determinadas culturas alejadas en el tiempo y el espacio. ¿Origen común? ¿Sueños parecidos? ¿Producto de estados alterados de conciencia, como en el caso de los símbolos en el arte rupestre? Es posible, nada se puede descartar porque de hecho, no hay explicaciones conclusivas al respecto, sino interpretaciones variadas a veces basadas en especulaciones. Es el caso de los vimana de los textos hindúes (Ramayana y Mahabharata, del siglo III a.C.), el dios Viracocha de Tiahuanaco (al menos a partir del III milenio a.C.) y el ámbito andino, los cráneos alargados andinos y el dios Maasaw, los katchinas y los escudos volantes de los Hopi, en los que parece haber datos sobre contactos de los seres humanos con seres desconocidos para ellos, diferentes. Revisando todas estas evidencias, parece bastante probable (al menos aparentemente) que el nuestro no sea el único planeta que alberga vida “inteligente”, por decirlo de alguna manera, y para muchos, estos seres serían los responsables de ese pasado remoto con una tecnología avanzada, y que hoy desconocemos. ¿Pero cómo construyeron, por ejemplo, algunos de sus monumentos sin la tecnología para ello?
La fuente magna, el monolito Pokotia y el mecanismo de Antikytera

Algunos elementos y objetos inexplicables: Cráneos alargados de forma no intencional. Objetos fuera de tiempo: OOPArts. También podríamos mencionar elementos que hasta el día de hoy no pueden ser explicados científicamente en su contexto. Elementos que nos hablan de un pasado desconocido, pero que no nos dan luz a una explicación lógica. Según algunos investigadores, es muy posible que seres de estas otras civilizaciones, que han llegado a la Tierra en un pasado remoto, se mezclaran con los primeros humanos gracias a su similitud genética, como podrían indicar algunos (no todos) cráneos alargados del Perú, por ejemplo. Pero pueden haber otras explicaciones, como veremos más adelante. Algunos OOPArs también resultan inquietantes a la hora de reconstruir la Historia de una forma línea, a la que estamos acostumbrados.
Diversas representaciones de Viracocha. Al centro: Puerta del Sol (Tiahuanaco)
Folklore, mitos y leyendas: Tiahuanaco e Inca. Viracocha. Las leyendas que hacen referencia a Viracocha, o dios de las Varas o señor de los báculos (dios supremo del ámbito andino), hablan sin duda de seres alados y dorados que venían del cielo y del mar. Es posible que el nombre Viracocha provenga de los vocablos wayra qucha (“el viento de los mares”). En la leyenda de Viracocha se mencionan dioses que podían volar y eran considerados los constructores de, por ejemplo, las líneas de Nasca, a donde al marchar, prometieron volver, sin cumplir nunca su promesa. El dios Kon (que se refiere al mismo dios) de acuerdo con las creencias de los paracas y los nazca, aparecía en una época del año surcando los cielos (desde el mar, y como viento), acompañado de un pájaro mago (Inti) que era representado en los mitos orales como un colibrí con alas de oro, conocedor del presente y del futuro, y explicando que tal vez los sacerdotes hicieron los geoglifos para indicarle su tierra de origen y señalarle que le aguardaban sus fieles. Pero Viracocha, a  menudo relacionado o asociado con los incas, está representado en culturas aún más antiguas, como la tiahuanaco, y además algunos cronistas refieren que el dios proviene de aquella cultura.
Representación de Maasaw
Folklore, mitos y leyendas: Cultura Hopi. Maasaw, los Katchina y escudos voladores. Entre los pueblos originarios hopi, en Arizona, también encontramos indicios de mitos y leyendas que parecen hablar de seres diferentes a los humanos, ya que algunos afirman que sus antepasados fueron visitados por seres que se desplazaban en escudos volantes, los cuales dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de piedra, así como de construir túneles e instalaciones subterráneas, algo que también es recurrente en los mitos de otras culturas. Cuentan que en el Tercer Mundo (ahora estamos en el Cuarto para los hopi), los habitantes de Kasskara fueron atacados por otros de otro continente con armas potentísimas (tal como cuentan los textos hindúes), y que unos pocos elegidos fueron salvados bajo el “escudo” ayudados por los katchina, quedando el Tercer Mundo desaparecido bajo el mar y dando comienzo al Cuarto Mundo. Los katchina, “portadores de vida” en lengua hopi, o “venerables sabios”, no son considerados dioses, sino que tienen forma humana con capacidades superiores a éstos, como por ejemplo trasladarse por el aire a grandes velocidades en escudos voladores, descritos como una “lenteja” (morfológicamente, pero de gran tamaño) por los hopi. Sin embargo según estudios antropológicos, se afirma que los katchina pueden ser cualquier cosa del mundo natural, un elemento, un concepto, o una cualidad, y en este contexto, considero que decir que “volaban” es más en sentido alegórico o metafórico, que real. Para terminar, el dios Maasaw, “dios de la muerte” u “hombre esqueleto”, también creador, es un héroe que trajo a los hopi el arte, por ejemplo, de la agricultura, como sucede con tantos otros dioses de otras culturas antiguas, otra recurrencia que como mínimo, desconcierta.
Diversas representaciones de Katchina

Documentos escritos: Cultura Hindú. Ramayana y Mahabharata: los Vimana. Los vimana son una especie de artefactos voladores que recogen las antiguas escrituras de la rica cultura hindú (Ramayana y Mahabharata, del siglo III a.C.), una colección de leyendas donde los dioses bajaban en carros voladores a la tierra, a veces tirados por animales, en forma de carros, o más tarde de palacios o templos voladores, modificando su forma en el desarrollo del mito a lo largo de la historia. Pero las descripciones no se parecen mucho a los avistamientos ovni actuales. Incluso existe un manuscrito que se toma y se cita por algunos ufólogos como antiguo y como fuente de información sobre los vimana (donde se mencionan cosas como sistemas de propulsión o mercurio), que es falso, del siglo XX, y publicado por primera vez en los ‘50. 
Representación de vimana
Clavas polinésicas y mapuches
Cultura material: las clavas polinésicas y mapuches. Desde hace casi un siglo se vienen proponiendo contactos transpacíficos de los polinesios con distintas culturas de la América precolombina, a partir de paralelismos en una larga lista de rasgos culturales como canoas de tablas cosidas, anzuelos compuestos, las mandíbulas “rocker jaw”, y sobre todo las clavas; paralelismos culturales, estéticos y lingüísticos sin demasiado peso empírico. Por sí solos, no pueden ser la base para hipotetizar sobre posibles contactos entre ambas culturas. Sin embargo, frente a la debilidad de la data empírica y de los argumentos teórico-metodológicos tradicionales, la evidencia genética, en este caso, sirvió para contrastar estos datos, pero no siempre es así. Es en este sentido que este tipo de información nos sirve para construir la historia: como parte de un todo, que debe poder ser debidamente replicado y contrastado. Estructuras megalíticas: Pirámides (Egipto, México, Indonesia). No necesita demasiada explicación el hecho de la que la similitud entre algunas construcciones megalíticas o piramidales de diferentes países muy alejados cultural, temporal y geográficamente, ha sido motivo de intentar establecer posibilidad de contacto entre ellas, algo que no ha podido ser demostrado y que por sí solo no sustenta una hipótesis de contacto.
Pirámide de Giza (Egipto) y pirámide de Kukulcan (Chichén Itzá, México)
Cráneo alargado de Tiahuanaco. Foto: Brien Foerster
Cráneos alargados de forma no intencional (Paracas, Ica y Nasca). En la investigación de Brien Foerster cobra gran importancia el estudio de los cráneos alargados de las culturas Cuzco, Paracas y Tiahuanaco, algunos de ellos con características sorprendentes que se ven reforzadas gracias a los nuevos resultados preliminares de los análisis de ADN. ¿Son todos estos cráneos deformados intencionalmente? La respuesta parece ser un no rotundo (a pesar de que la mayoría sí son producto de deformación intencionada). Un mayor volumen de la capacidad craneal (25%), un peso notablemente mayor (25%), y la presencia de dos agujeros en la parte posterior de muchos de ellos, que no se encuentran en un cráneo humano “normal”, son los tres elementos principales que sugieren al investigador que existió una raza antigua de humanos que no eran Homo sapiens sapiens como nosotros, aunque sí muy cercanos genéticamente, lo que les hacía capaces de mezclarse con humanos normales. ¿Quiénes eran estos seres? ¿Dónde habitaban, y por qué? En las culturas Paracas, Nazca y Tiahuanaco, con cronologías tal vez mucho más remotas de lo que la ortodoxia o historia tradicional acepta, y en las que han aparecido numerosos cráneos alargados con características anómalas, se centran recientes investigaciones. Otras características que muchos de estos cráneos comparten, es el color rojizo del cabello, el cuello fino y alargado, y las cuencas oculares un poco más grandes de lo normal. Estas observaciones sugieren que existió una raza antigua de humanos que no eran Homo sapiens sapiens como nosotros, pero que eran muy cercanos genéticamente, y que gracias a esa similitud genética, eran capaces de mezclarse con el Homo sapiens, pero que con el tiempo, como ya hemos comentado, desaparecieron o se extinguieron.
Cráneos alargados de Paracas (izquierda) e Ica (derecha). Foto: Brien Foerster
Lente de Nimrud (Egipto)
Objetos fuera de tiempo: OOPArts. Por otra parte tenemos una serie de objetos inexplicables, imposibles para su época, los OOPArts. De los relacionados con contactos en la antigüedad, ninguno de ellos merece mi atención y son, entre otros: discos Dropa (Tibet), calaveras de cristal (mundo), sarcófago de Pakal (“astronauta” de Palenque), nave de Toprakale (Turquía), esferas Klerksdorp (Sudáfrica), piedras de Ica (Perú), pinturas de Tassili (Argelia). Pondría sin embargo, a análisis, algunos que me parecen de naturaleza más fiable y que resultan inquietantes, porque han sido encontrados en contextos más o menos controlados, son de autenticidad incuestionable, y ponen en duda el alcance de los conocimientos de nuestro pasado. En algunos casos, han podido ser datados y relacionados con un espacio geográfico y temporal concreto. Algunos de ellos son: Lente de Nimrud (Egipto), Disco de Sabu (Egipto), Obelisco inacabado de Asuán (Egipto), Mecanismo de Atikythera (Grecia), Monolito Pokotia y Fuente Magna (Bolivia), Mapa Piri Reis… Nos hablan de un pasado en el que existieron conocimientos y técnicas que en la actualidad no podemos admitir que nuestros antepasados poseyeran, porque no hay evidencias suficientes que así lo avalen. La Lente de cristal de Nimrud: fue hallada en 1849 en una tumba del 700 a.C., en el subsuelo del Palacio de Kalhu o Nimrud, antigua capital asiria, es un fragmento de cristal de forma muy definida. Pero quedó relegado al olvido hasta 1966, que fue nuevamente estudiado (por Solla Price, el mismo investigador del mecanismo de Antikythera), y se considera que hoy sólo podría ser elaborada con métodos electroquímicos para hacer óxido de cesio. Además las virutas en el perímetro del cristal, indican que tal vez habían sido montados en una montura metálica. Más tarde los investigadores emprendieron una búsqueda de más piezas similares, encontrando otras docenas. Se encuentra expuesta en el Museo de El Cairo, como “objeto de cristal pulido”, y otras 48 piezas, del yacimiento de la antigua Troya, en el Museo Británico de Londres (Inglaterra). 
Obelisco inacabado de Asuán (Egipto)
El Disco de Sabu: es una pieza de esquisto de 61 cm de diámetro, con forma similar a un plato o rueda, y un orificio en el centro con reborde que parece diseñado para recibir algún tipo de eje, y 3 cortes en forma de ala curva (como para un medio acuático) hallado en 1936 en una excavación arqueológica en la tumba del Príncipe Sabu (I Dinastía, 3000 a.C.), en Saqqara. Es como una rueda, y no tendría nada de raro, si oficialmente la rueda no hubiera sido introducida en Egipto 1.400 años más tarde por los Hicsos. En el Museo de El Cairo (Egipto). El Obelisco inacabado de Asuán: pesa 1150 toneladas. Cerca de la isla de Sehel, en las cercanías de Asuán, se encuentran las famosas canteras de granito rojo cuyos restos dan cuenta de la industria pétrea que se desarrolló en aquella época. Es el material que dio origen al sarcófago, las paredes y los techos de la Cámara del Rey, en la Gran Pirámide, a las columnas del templo de lsis, delante de la Esfinge, y a los grandes obeliscos del templo de Karnac. Quizá el Obelisco Inacabado no fue realizado con tal tamaño para ser transportado, sino para dejar constancia de la desconcertante técnica con que fue diseñado. No se ha hallado nada en él que indique el uso de cinceles o martillos, pues no quedaron restos de escoriaciones. Si se observa de cerca, se aprecian anchos surcos verticales producidos por algo parecido a una pala que modeló sus proporciones. El Mecanismo de Antikythera: es un mecanismo de engranajes de madera y bronce de 31,5 cm de longitud, diseñado probablemente para cálculos astronómicos, con el objeto de predecir fenómenos, hallado junto a los restos de un naufragio del siglo I a.C.,  cerca de Antikythera, Grecia. Tal como se ha encontrado, según experimentos realizados en 2005, podría reproducir con exactitud los movimientos del Sol, la Luna, Mercurio y Venus, pero como faltan piezas, se cree que incluso podría representar también los movimientos de Marte, Júpiter y Saturno. Los primeros engranajes diferenciados datan del siglo XVI d.C. Pero: ¿cuál fue su método de datación? En el Museo Arqueológico Nacional de Atenas (Grecia).
Mapa de Piri Reis
La Fuente Magna: es una vasija pequeña (unos 50 cm de diámetro) de piedra, que muestra en su parte externa, grabados de figuras zoomorfas claramente tihuanacoides, pero que en su interior, presenta incisos de dos escrituras diferentes: quellca (lengua de la antigua Pukara, cultura precursora de Tihuanaco, 1.800 a.C.), y una lengua antigua similar al sumerio y al acadio (3.500 a.C.). El problema radica, como en otros casos, en que cuando el objeto empezó a ser estudiado, había pasado 40 años olvidado en el depósito del Museo del Oro de La Paz, y ya no se sabía a ciencia cierta su verdadera procedencia. Se halla expuesto en el Museo del Oro de La Paz (Bolivia). El Monolito de Pokotia: es un hallazgo más reciente, del 2002, año en que un arqueólogo encontraba este extraño objeto, una figura antropomorfa en piedra de 2 metros de altura con inscripciones similares a la de la Fuente Magna, signos que coinciden en un 60% con las escrituras de Mesopotamia. Además parecen haber similitudes entre el aymara, el quechua y el sumerio. El gran problema para el estudio serio de estos objetos, radica en que son hallazgos fuera de un contexto arqueológico, por lo que desconocemos cómo pudieron haber llegado a esos lugares, o en qué época, y no hay modo de extraer de ellos esas informaciones. Son sin lugar a dudas inquietantes, pero descontextualizados, por lo que es difícil acercarnos a su historia. El Mapa de Piri Reis: es un fragmento de un mapa elaborado por el almirante y cartógrafo Piri Reis en 1513 y publicado en 1523 como parte de su obra “El libro de las materias marinas”, que contiene representaciones de tierras entonces desconocidas, como la costa de Argentina hacia el sur, una porción de tierra supuestamente identificada como la Antártida, cuyo contorno algunos investigadores afirman que se parece al que presentaba el continente antártico hace 10.000 años, libre de hielos, mientras otros dicen que es la continuación de América del Sur, del Río de la Plata para abajo. En todo caso, el mapa presenta otros elementos igualmente intrigantes, como la isla de Marajó (desembocadura del Amazonas), y las Malvinas, así como los Andes, descubiertos por los europeos años más tarde. Piri Reis indica como fuentes “antiguos reyes del mar”, que habrían navegado por América mucho antes de Colón. En el Museo Topkapi Sarayi  de Estambul, aunque no expuesto.
Palenque (México)
Algunas objeciones comunes a las “convergencias”, para reflexionar… Se dice que se sobrevalora el conocimiento de los humanos ancestrales. Las drogas alucinógenas son el secreto de los chamanes antiguos y actuales como lo fueron de las brujas y junto a ello la observación de la Naturaleza. La convergencia cultural de las poblaciones humanas se ven como fruto de "antiguos voladores" a falta de investigaciones que lo expliquen. Pero esta convergencia cultural es un principio por el cual se entiende que, dado un problema similar que se presente en dos o más sociedades no conectadas entre sí, la respuesta a ese problema será muy parecida. Vale decir que los Innuit pescan del mismo modo y con artilugios similares a los que utilizaron los charrúas de Uruguay, o los alacaluf de la Patagonia, o al hombre del Paleolítico europeo. Y nadie vio un innuit venir en su nave para copiar el modelo de anzuelo charrúa, que era más o menos parecido al que utilizaba el hombre del Paleolítico. Los cazadores del Amazonas y de Nueva Guinea y los "pieles rojas" de las praderas utilizaron y utilizan arco y flecha para cazar. Y no se ha visto que ese conocimiento sea adquirido mediante entes aéreos. Es fruto de una necesidad concreta, que se soluciona de la misma manera, fabricando un anzuelo (porque no hay otra). La pirámide escalonada de los mayas es casi idéntica a la pirámide escalonada de Egipto, construida milenios antes. Sin embargo, nadie se apersonó con un plano egipcio en Yucatán. Simplemente que la pirámide es el edificio alto más sencillo que se puede construir con herramientas rudimentarias. La cosmogonía básica de los pueblos antiguos ubican a los dioses en el cielo (otro indicio de convergencia cultural): los cielos son bellos, por la noche salpicados de luces lejanas, inmutables, que no envejecen ni mueren. Por el día esta ocupado por el Sol, orbe que da vida y calor. Y la lluvia que calma la sed. Y el rayo, que lleva el fuego en su interior. Y el viento que hincha las velas. Es natural para todos nuestros ancestros que los dioses fueran ubicados en el cielo, que además era más visible entonces, y muy importante para la organización de su vida social, económica y religiosa.
Relieve de Viracocha en Tiahuanaco (Bolivia)
Problemas y desafíos del estudio de las evidencias. Nuestros condicionantes. “Una interpretación válida, viva y comunicativa es el resultado de investigación, experiencia y conocimiento, no de caprichos personales.” Rosalyn Tureck (pianista estadounidense, célebre por sus interpretaciones de la música compuesta por J. S. Bach). Ella se refería a la música, pero creo que es una idea válida para toda interpretación, y me refiero a la tendencia de dejarse llevar por las ideas personales a la hora de interpretar un hecho o dato, algo tan común entre nosotros. Iba a decir algunos de nosotros, pero creo que es algo tan inevitable, que nadie se salva de caer en ese error. En general, se especula sin evidencias claras, a partir de datos interpretados de forma sesgada de los documentos antiguos, justificando nuestras hipótesis, nuestras ideas a priori, haciendo una interpretación dirigida por ellas. Lo que vemos, no responde a una mirada inocente, sino que va cargada de prejuicios, propósitos, motivaciones, expectativas, deseos, preocupaciones, experiencias, necesidades, tanto desde el punto de vista personal como social (de nuestro tiempo y nuestra sociedad occidental), y desde esas configuraciones previas, hacemos nuestras interpretaciones. En definitiva, interpretamos lo que queremos interpretar, en función de lo que somos. Por eso es tan importante dejar una ventana abierta a la duda sobre las certezas en las interpretaciones. Tanto en un ámbito como en otro (heterodoxo, y también ortodoxo). Modificaciones de las propias leyendas. Además de la dificultad que supone realizar una interpretación objetiva desde nuestro punto de vista occidental y desde nuestro tiempo, las leyendas y la tradición oral de nuestros antepasados (suponiendo que reflejen hechos históricos) deben ser interpretadas con sumo cuidado por otro motivo: han ido modificándose con el correr del tiempo, llegando a nosotros sesgadas. Por lo tanto, estas fuentes sirven como elemento para reforzar o contrastar el resto de datos que emanan de una investigación, pero no como incontestables en sí mismas. Investigadores que abordan los temas que se desvían de los caminos oficiales del conocimiento de la historia, como es el área de la ufología, a veces buscan explicaciones a través de los objetos o leyendas o textos antiguos que como hemos visto, tal vez en ocasiones estén mal interpretados, tanto para posibles paleocontactos, como para los grandes procesos históricos (surgimiento de la escritura, origen de grandes civilizaciones, construcción de grandes monumentos) desde puntos de vista menos lineales. La tendencia a no relacionar la evidencia con su contexto es uno de los errores más comunes, que ya hemos explicado.

Representación de vimana
¿Qué hacer entonces con la información? Os preguntaréis, qué más necesita el Historiador o el Arqueólogo para aceptar un pasado diferente al que está escrito. Y yo respondo: nada más; yo lo acepto. Estoy convencida de que algo se nos escapa. Pero ese pasado desconocido (que está ahí, es evidente), continúa siendo desconocido. ¿Cómo interpretar una evidencia aislada? No podemos realizar una interpretación de la historia (hasta ahora desconocida, o conocida sólo en parte, es cierto) a partir de una evidencia arqueológica o histórica aislada (un OOPART que contradice el paradigma existente, un texto que parece hablar de extraterrestres), que no puede ser relacionada con nada más (estructuras, documentos, restos humanos). No es así como funciona el método científico, en ninguna área (no sólo en la historia). Aceptación con precaución de las propias evidencias. Para empezar desde siempre el ser humano ha rechazado lo desconocido, ha temido el cambio o la evolución de sus creencias, por lo tanto estos temas y datos que rompen con los paradigmas aceptados, son rechazados con más facilidad, o minimizada su importancia, lo que lleva a veces a ser entregados a medios heterodoxos, que los desacreditan. Muchos de ellos, de enorme importancia, pierden peso por esta causa. En el caso de los objetos (OOPArts) la mayoría de ellos son de origen incierto (de contextos desconocidos, recolectados anónimamente, o rescatados de hallazgos muy antiguos de los que ya poco se recuerda), y los textos antiguos y leyendas, ya hemos visto los problemas que presentan. En mi opinión existen muchos elementos realmente interesantes e inquietantes, pero de muchos (tanto textos como objetos) se ha demostrado ser engaños, falsificaciones, fraudes, y aún así, siguen formando parte de las evidencias presentadas por ciertos investigadores. Por otra parte, la mejor vía (no siempre escogida) para enfrentarse a la interpretación de un texto antiguo, un objeto o una leyenda, es intentar explicarlos en su contexto histórico, si se conoce. La aplicación de método científico. La interpretación de la historia, que se ha de realizar siguiendo un método (que existe para algo, como en cualquier ciencia, aunque sea inexacta y posea buena parte de dosis especulativa, que se evita al máximo). Este método contempla la integración de un elemento en su contexto (con los demás elementos, el entorno, etc.), y es por eso que el historiador o arqueólogo, en ocasiones no puede utilizar determinados objetos para la interpretación o explicación de la historia. Estaría incurriendo en la falta de método, y entrando directamente en el terreno especulativo. ¿Y es el método científico tan infalible? No, no lo es. Pero es así como trabajan la Historia y la Arqueología.
Conclusiones personales. Sin embargo, soy consciente de que muchas veces, como he señalado antes, determinados objetos resultan inquietantes y podrían explicar mucho de lo que no sabemos hasta ahora sobre nuestro pasado. El problema es poder aplicar el método científico a su interpretación. Podemos especular, incluso podemos interpretar utilizando la lógica, pero entonces nos estaríamos alejando de una verdad avalada por el método científico, que tal vez se acerque a la Verdad, pero no podemos demostrarlo, por lo que pierde consistencia. Podemos pensar que a tenor de ciertas evidencias que nos están hablando a gritos de algo que desconocemos, existe una Verdad sobre nuestro pasado humano, que aún no podemos explicar. Es cierto. Y yo estoy convencida de ello. Pero no podemos escribirlo como una verdad demostrada con el método del cual se sirven las ciencias histórica y arqueológica. Yo como historiadora puedo pensar que la pirámide de Giza, por ejemplo, se realizó de algún modo que aún no hemos podido explicar, pero no puedo tejer una teoría sólo a partir de lo que yo creo, sin tener en cuenta todas las evidencias empíricas que se han hallado en asociación con ella, y sin poder demostrarlo.

Nota: El presente artículo iba a ser la base de la ponencia de Alex Guerra en la Jornada III (¿Otra historia de nuestro mundo?) de las I Jornadas del Misterio y Ciencias de la Frontera (Murcia, mayo 2014), que han sido suspendidas.






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