Numerosas fuentes
históricas describían una cueva en Hierápolis celebrada por la mitología griega
y romana como un portal hacia el inframundo, pero ésta no había podido ser
localizada hasta este año, que un equipo de arqueólogos italianos, dicen haber
encontrado las famosas “Puertas del Infierno”. También conocida como la “Puerta
de Plutón”, la cueva, un lugar lleno de humos letales a través de los cuales
las almas de los muertos iban al inframundo, según las mitologías griega y romana,
ha sido discutida en numerosos textos de la Antigüedad, y parece haber sido
hallada en la antigua ciudad turca de Hierápolis, actualmente Pamukkale
(“castillo de algodón” en turco), al suroeste de Turquía, por un equipo de arqueólogos italianos liderado por
Francesco d’Andria, de la Universidad de Salento. Fotos: Francesco d'Andria. Escuchar música: Üsküdar-Ido Segal (Turquía)
|
Excavación en Hierópolis |
El
descubrimiento se produjo durante las excavaciones de las ruinas de la antigua
ciudad de Hierápolis, que fue parte del estado de Frigia fundado en los siglos
XIII al X a.C., como parte de un estudio de reconstrucción de la ruta de las
aguas termales, en el que se reveló que los manantiales de Pamukkale tenían su
origen es esta cueva. El hallazgo fue anunciado en marzo en un congreso de
arqueología italiana en Estambul, Turquía, y actualmente, Francesco D'Andria y
su equipo están trabajando en una reconstrucción digital del antiguo santuario,
que fue en parte destruido por los cristianos en el siglo VI d.C., y luego
totalmente derrumbado debido a los fuertes terremotos de la zona.
|
Reconstrucción digital del sitio |
|
Aves muertas en la entrada de la cueva, durante las excavaciones |
Los romanos llamaron
a esta cueva “Puerta de Plutón”, el dios romano del inframundo, pero debido al
peligro que representaba y los sucesos misteriosos que en ella se producían,
algunos incluso la denominaron “las puertas del infierno”. En particular, se
afirma que las aves morían al instante al acercarse a su entrada, aunque esto
es debido a los vapores tóxicos (con dióxido de carbono) que se desprenden de
su interior, que en dosis controladas, provocan visiones y alucinaciones. Durante
los rituales religiosos, los sacerdotes colocaban aves y otros animales a la
entrada de la cueva, para ver cómo morían instantáneamente. Sobre este hecho, Estrabón,
filósofo e historiador griego, describe la cueva en el año 24 a.C. como un
lugar que “está tan lleno de vapor que es muy neblinoso y denso. Se puede ver
el suelo con dificultad. Cualquier animal que pasa encuentra la muerte
instantánea”. También cuenta que solo los eunucos de Cibeles, la antigua diosa
de la fertilidad, eran capaces de entrar a la cueva sin sufrir daños aparentes.
Escribió que “ellos aguantaban la respiración tanto como podían”, y que
probablemente esta inmunidad era debida a la divina providencia o a ciertas
capacidades físicas que les protegían contra los vapores.
|
Escaleras desde las que el público podía observar los ritos sagrados de los sacerdotes |
|
Inscripción sobre capitel jónico dedicada a Plutón y Perséfone |
Entre otras estructuras, los arqueólogos encontraron
una escalera, desde la cual según las fuentes históricas la gente podía ver los
ritos sagrados, aunque evidentemente no podían acercarse a la “puerta del
inframundo”, lo que era prerrogativa exclusiva de los sacerdotes. También
hallaron una piscina cercana a la puerta, donde seguramente se bañaban estos
sacerdotes para recibir las supuestas visiones y profecías provocadas por los
vapores, los restos de un antiguo templo, el cual era un lugar de peregrinación,
y una columna de capitel jónico sobre el cual se halló una dedicatoria a los
dioses del inframundo: Plutón y Perséfone. El hallazgo resulta sin lugar a
dudas de gran utilidad para clarificar y confirmar la información histórica que
se desprende de algunas de las fuentes literarias de la época, sobre este
peculiar y peligroso lugar de peregrinación de los últimos paganos
intelectuales de la Antigüedad, la “Puerta del Infierno”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario