16 de mayo de 2013

Bolivia y Bélgica impulsan plan de arqueología subacuática en el lago Titicaca (Bolivia, May 2013)


Fotografía tomada en el fondo del lago Titicaca
El lago Titicaca, que esconde en sus aguas secretos y restos de antiguas civilizaciones de más de 2.000 años, será por primera vez objeto de un novedoso y ambicioso plan de arqueología subacuática que tratará de revelar alguno de sus fascinantes enigmas. Situado a casi 4.000 metros de altitud en la cordillera andina entre Bolivia y Perú, y considerado sagrado por diferentes culturas precolombinas, el lago Titicaca será por fin escenario del primer proyecto de excavación arqueológica subacuática. El proyecto "Huiñaimarca", planificado para tres años y desarrollado conjuntamente por expertos del Ministerio de Cultura de Bolivia y la Universidad Libre de Bruselas (ULB) , se inició en abril de 2012 con prospecciones geofísicas dirigidas por el investigador belga Christophe Delaere, y el boliviano Marcial Medina, para investigar numerosos emplazamientos costeros precolombinos, especialmente de la cultura preinca Tihuanaco, que se hallan actualmente bajo el agua. Se calcula que se extienden casi 600 kilómetros cuadrados de territorio de Tihuanaco dentro del agua. El pasado mes de febrero de 2013,  tuvieron lugar las primeras inmersiones para localizar e identificar seis yacimientos arqueológicos sumergidos en el lago menor del Titicaca, entre los que se encuentran grandes muros domésticos, que serán excavados para conocer su composición y comprender el uso que se daba a las estructuras. El proyecto, que ha sido consensuado con las autoridades locales y comunidades originarias de la zona, es el primer intento por realizar una investigación con técnicas y metodología acordes con las necesidades científicas del siglo XXI. 
Barcas (caballitos) de totora en el lago Titicaca
Se prevé que la tercera etapa del proyecto, que será decisiva para el futuro de la investigación, comience entre los meses de junio y julio de este año. El equipo que dirigen Delaere y Medina, pondrá en práctica sofisticadas técnicas de excavaciones arqueológicas subacuáticas, inéditas hasta el momento en el Titicaca, pero que cuentan con sólida trayectoria en Europa, especialmente en los estudios de patrimonio histórico sumergidos en el mar Mediterráneo. Participará también una veintena de arqueólogos de Bélgica, Bolivia, Perú, España, Francia e Italia, la mayoría de ellos buzos especializados en arqueología subacuática. Con la precisión de una excavación arqueológica, los buzos utilizarán una máquina para ir aspirando, por capas, el sedimento del lago, en busca de piezas pequeñas o estructuras de piedra. Los objetivos para esos dos meses se centrarán en afinar el límite de la orilla del lago para determinar con más precisión, por medio de sondeos y decapado estratigráfico, la forma de vida de las diferentes culturas que habitaron a su alrededor, desde las primeras etapas a las últimas, pasando por la Tihuanacu y la Inca. 
Delaere y Medina destacan que el medio acuático ha conseguido mantener el material en muy buen estado de conservación, debido a la falta de luz y oxígeno, y a la temperatura constante, mientras que alrededor del lago se ha perdido información al haber quedado al alcance de los pobladores de la zona y expoliadores. Precisamente, uno de los principales problemas a los que se enfrentan es la conservación del frágil material que se va extrayendo, y dos personas se encargan específicamente de la conservación preventiva de las piezas. Otro obstáculo son las condiciones geográficas del lago, situado en un área muy aislada y a gran altitud, por lo que el buceo a una profundidad de 10 metros es el equivalente a bucear a 20 metros en Europa, lo que reduce el tiempo de inmersión a la mitad. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, no cabe duda de que estas nuevas investigaciones aportarán nuevos e interesantes datos al pasado de las antiguas culturas que se asentaron alrededor de este inmenso y misterioso lago.
La aldea de Copacabana con el enorme lago Titicaca de fondo

Los ooparts del lago Titicaca
En los años ’50 se encontró uno de los objetos más extraños, en una localidad a orillas del lago (la localidad de Chúa): la “fuente magna”, o “vaso fuente”. Se trataba de una vasija pequeña, de piedra, que mostraba en su parte externa, grabados de figuras zoomorfas claramente tihuanacoides, pero que en su interior, presentaba incisos de dos escrituras diferentes: quellca (lengua de la antigua Pukara, cultura precursora de Tihuanaco, 1.800 aC), y una lengua antigua similar al sumerio y al acadio (3.500 a.C.). El problema es que cuando el objeto empezó a ser estudiado, había pasado 40 años olvidado en el depósito del museo de La Paz, y ya no se sabía a ciencia cierta su verdadera procedencia. Por otra parte, en el 2002, un arqueólogo encontraba otro extraño objeto, una figura antropomorfa en piedra (monolito de Pokotia) de 2 m de altura con inscripciones similares a la de la “fuente magna”, signos que coinciden en un 60% con las escrituras de Mesopotamia. Además parecen haber similitudes entre el aymara, el quechua y el sumerio. El gran problema para el estudio serio de estos objetos, radica en que son hallazgos fuera de un contexto arqueológico, por lo que desconocemos cómo pudieron haber llegado a esos lugares, o en qué época, y no hay modo de extraer de ellos esas informaciones. Quién sabe, si en estas excavaciones sistemáticas, los arqueólogos extraen algún otro material que esclarezca la aparición de estos, hasta ahora, considerados ooparts.
Enlaces relacionados: 
Huiñaimarca: Presentan piezas recuperadas en el fondo del Titicaca (Bolivia Oct 2013)
Tiwanaku: Centro espiritual del altiplano andino (Bolivia)
Se reanudan excavaciones en Tiwanaku (Bolivia Jun 2014)
La "fuente magna" y el "monolito de Pokotia"

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