Una de las
obras de arte más estudiadas y misteriosas es “El jardín de las delicias” de El
Bosco. Historiadores, expertos en el Renacimiento y conservadores de todo
el mundo llevan investigando el tríptico de El Bosco (Hieronymus Bosch)
desde que Felipe II lo adquiriera para su colección personal. No se
conoce su fecha exacta de creación, ni el precio que pagó en su día el monarca
español. Se trata de una obra artística compleja en la que predominan los
detalles y para la que se necesitan muchas horas para apreciar cada uno de los
dibujos que componen el “El jardín del Edén” (panel izquierdo), “El jardín de
las delicias” (panel central) y “El infierno” (panel derecho). Pese a tener más
de 500 años, hasta ahora nadie había encontrado e interpretado una partitura
escondida en la última sección del cuadro. Dos estudiantes estadounidenses
dieron con dicha partitura (mitad dibujada en un libro, mitad dibujada en
las posaderas de un hombre que está tumbado en el suelo) en la parte derecha de
la obra y la transcribieron de notación mensural a notación moderna
(pentagrama), la introdujeron en un secuenciador y generaron una melodía de
piano. De esta forma se ha podido encontrar, 500 años después de que fuera
pintado, un detalle de una de las piezas más importantes expuestas en el museo
del Prado. Escuchar
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