25 de enero de 2013

Singular objeto metálico descubierto en Chan Chan (Perú Ene 2013)


Arqueólogos peruanos descubren un singular objeto metálico en complejo arqueológico de Chan Chan, al norte de Perú. El hallazgo, además de suscitar acaloradas discusiones sobre su misteriosa forma y sus posibles funciones, genera una nueva hipótesis: el plomo ya era usado en este país antes de la llegada de los españoles. Esta semana ha salido por fin publicada la noticia sobre el hallazgo de un extraño objeto metálico, que fue descubierto en agosto pasado por los arqueólogos Liliana Calipuy y José Armas, en la ciudadela de Chan Chan, ubicada en la ciudad norteña de Trujillo. Habiendo pasado seis meses desde su desenterramiento, y después de ser sometido a sofisticados análisis y acaloradas discusiones, aún no existe un consenso sobre su funcionalidad.
Artefacto de plomo encontrado en Chan Chan (Perú)
El artefacto es de forma romboidal, y pesa poco más de 1.500 kilo. Inicialmente, debido a la relación de su peso y tamaño, se creyó que se trataba de iridio, un material escaso en la Tierra que solamente se encuentra en regiones donde caen meteoritos. Pero esta hipótesis perdió sustento tras los análisis respectivos. Se acudió a profesionales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y los resultados indicaron que es una aleación y está constituido de plomo en un 90 por ciento y de hierro, cobre y zinc, el 10 restante. Aunque existen minas de plomo no tan lejanas en la geografía peruana, la importancia del hallazgo radica, en que hasta ahora, se pensaba que el uso de este metal, había comenzado en el antiguo Perú después de la llegada de los españoles, que presuntamente lo habían traído en sus municiones.
Pero las sorpresas no acabaron aquí. Sobre su superficie, se observan siete pequeñas incrustaciones dispuestas de manera longitudinal, de tamaño variado pero regular, que en un principio se creía que eran turquesas, pero una vez más, estaban equivocados, y resultaron ser de plata. En cuanto al propósito de las sustancias impregnadas que forman una mancha amarronada en la parte central, también se desconoce. Sin dejar de sorprenderse, los investigadores observaron que en uno de los extremos del objeto y en otras áreas de su superficie, se registran pequeñas perforaciones de un milímetro de diámetro.
El área del hallazgo se caracteriza por presentar espacios empleados por los chimú para almacenar alimentos, telares y metales, que no ofrecen pistas sobre la probable función que el artefacto pudo haber tenido. No obstante, la mayoría de arqueólogos coinciden, en que tuvo un uso ritual, mágico o religioso, y que probablemente perteneció a un personaje de alta jerarquía. Pero sin duda, resulta una vaga explicación sin sustento suficiente, y la presencia  de la resina amarronada y los pequeñísimos orificios de 1mm de diámetro, queda de momento sin respuesta.
Los chimú fueron expertos en el trabajo del oro y la plata, pero esta original pieza de extraña forma y composición, es única, y es de plomo, un metal, cuyo uso en tiempos prehispánicos, hasta ahora se desconocía. Esto pone de manifiesto, una vez más, que no hay verdades inamovibles en el estudio de nuestro pasado, y lo que hasta ayer era una certeza absoluta, hoy puede ser definitivamente desmentido. Y aún nos falta saber, cuál era la verdadera función de ese misterioso y ya controvertido artefacto, que permaneció oculto durante casi 1.000 años, y aún guarda para sí, celosamente su secreto.

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