Alex Guerra Terra con el libro de Susanna Tisler Steiner |
Últimamente
no me concedo demasiado espacio para la lectura, esa actividad enriquecedora,
relajante, evocadora de tantas vidas que no tenemos tiempo (y a veces el
coraje) de vivir. Pero hace unos días fui a cenar a casa de la psicóloga,
poeta, escritora y amiga Susanna Tisler Steiner que acaba de publicar “Xenia”,
la experiencia de una mujer que cruza puentes, que se atreve, que pasa de la
imaginación a la acción… Llevo algún tiempo pensando que ya me hace falta
cruzar algún que otro puente, así que esta historia ha llegado en buen
momento... Con el libro entre las manos, recién terminado, escribo estas
palabras, que no pretenden ser una reseña, no soy crítica literaria, ni
siquiera he hecho jamás un taller o curso de escritura. Sólo intento escribir
historias, contar vivencias propias y ajenas, robar vidas y llevarlas a un
papel, mezclarlas, tergiversarlas… así que estas palabras son opiniones
personales emanadas del corazón.
Os prometo
el placer de una lectura fresca y sencilla, aunque no por ello menos
cautivadora, sino todo lo contrario. Escrito como un diario personal, algo
desordenado y espontáneo, leer “Xenia” es como sentarse entre cojines mullidos con la
propia protagonista y escuchar sus interesantes experiencias con el intenso
aroma de un té de jazmín flotando en el aire. Pero antes que nada quisiera
comentar que el preámbulo, la cena en casa de la autora, Tisler Steiner, puede
que me haya predispuesto positivamente a así sentirme. Allí la conversación versó
sobre nuestros “retoños” y sus escenarios, el de “Xenia”, uno de los más
fascinantes que pueden existir: el desierto del Sáhara... El ambiente, la
decoración, los aromas y la música que escuchamos durante toda la velada,
funcionaron como un resorte a mis deseos de leer una novela que básicamente
evoca eso mismo que estaba sintiendo: el embrujo del desierto. Así que al
llegar a casa, esa misma noche (y era muy tarde), me adentré en la aventura de vivir de Xenia.
Alex Guerra Terra (autora de estas palabras) con Susanna Tisler Steiner (autora de "Xenia") en casa de esta última |
La
historia es sencilla, el lenguaje cotidiano, nada rebuscado. ¿Pero quién quiere
leer algo rebuscado? No sé si es una obra maestra, tampoco lo pretende, pero
sinceramente… Hay obras maestras que son un verdadero tostón, ¿o no? Pues
“Xenia” no lo es, no es un tostón sino todo lo contrario, la leí en un fin de
semana, y consiguió dos cosas fundamentales para que la lectura no me resulte
un tedio y pueda continuar hasta el final sin aburrirme: atraparme en la
historia y en querer saber qué ocurre más adelante (“engancharme”), y a la vez
brindarme una multitud de guiños interesantes pero sin caer en el academicismo,
sobre la cultura tuareg.
Por otra
parte, aunque la autora diga y repita que no es una novela autobiográfica, que
ella no es Xenia, a mí no me cabe duda de que sí está plagada de pequeños
salpicones de su vida, como las referencias al pueblo catalán de Bellprat, el “afterwork”
de la Diagonal de Barcelona, o ciertos personajes a los que llama por su nombre
y apellido reales. Sin embargo, es cierto, no es una autobiografía, pero sí una
novela con multitud de referencias personales, y tal vez, a sus sueños, a
aquello que le hubiera gustado vivir. Y evidentemente, ¿a quién no le hubiera
gustado? Personalmente, confieso que, como Helena, albergo un leve sentimiento
de celos hacia Xenia. Tal vez sea hora de que cruce algún puente y me lance a
vivir sin miedos todo, o parte de todo aquello que puebla mis sueños…
Alex
Guerra Terra
Barcelona,
13 de abril de 2014
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